Hasta el 13 de mayo, la Tierra de sueños de Cristina García Rodero, está en Mallorca donde la Fundación de la caixa expone esta colección de fotografía en color con la que la autora española refleja la dura realidad de la mujer en la India.
La exposición Tierra de sueños ha sido organizada gracias a la colaboración de la Fundación Vicente Ferrer y tiene un carácter itinerante por lo que antes de llegar a Baleares recaló en Barcelona y Madrid. En el siguiente vídeo podéis ver algunas de las imágenes de la exposición.
Desde hace muchos años, Cristina García Rodero (Puertollano, Ciudad Real, 1949) es uno de los fotógrafos españoles más importantes siempre dentro del campo de la documentación y el reportaje pero cn un modo de mirar tan potente que le otorga a sus imágenes una clara y distintiva autoría.
La obra de Cristina García Rodero ha sido reconocida con prestigiosos galardones como el Premio Nacional de Fotografía o el World Press Photo y también supuso un claro reconocimiento profesional la invitación por la que entró en la mítica agencia Magnum de la que hoy forma parte.
Para Tierra de sueños Cristina García Rodero estuvo un mes y medio en comunidades rurales de Anantapur en el estado indio de Andhra Pradesh. De allí volvió con las 80 imágenes que reúne en esta exposición en la que muestra la singularidad y asimetría del mundo rural de aquel país asiático. Refleja en ellas la vida cotidiana de los habitantes de aquel estado que es una de las zonas más pobres de la India y por ello un lugar en el que viven las comunidades más marginales y vulnerables del país.
En sus fotografías de esta muestra aparecen niños y niñas, personas con discapacidad y, muy especialmente, mujeres que son madres campesinas, costureras, novias de distintas confesiones, profesoras, enfermeras y estudiantes. Cristina García Rodero ha querido centrar su objetivo en ellas porque son las mujeres las juegan un papel destacado como motor de la transformación social y cultural de las comunidades en las que viven, algo que se repite en numerosos países de Asia y en menor medida en África.
Dice Cristina que al llegar a la India nada fue como se esperaba. Angustiada, se encontró con un paisaje «horrendo» y una luz «espantosa» y con la dificultad de tener que trabajar con decenas de personas observando muchas de las cuales esperaban ser fotografiadas aunque para ella no eran los sujetos de interés.
Esta exposición y los textos que la acompañan tratan de dejar testimonio de la violencia y desprecio que reciben las mujeres por el hecho de serlo, que al nacer comportan para la familia «la maldición de la dote», pues tendrán que ahorrar durante toda la vida de la niña para acabar dándola a ella y a la dote a la familia de su futuro marido.