Un emigrante, una refugiada y un androide retratos premiados del certamen anual de la National Portrait Gallery

Londinense, vetusta y victoriana, la National Portrait Gallery es un museo de referencia para el arte del retrato en pintura, dibujo y fotografía. Precisamente a esta técnica la institución le dedica desde hace 10 años un concurso, el Taylor Wessing Photographic Portrait Prize, cuyo fallo de este año viene a ser todo un reconocimiento a la cambiante dinámica de los tiempos.

Si la National Portrait Gallery nació para recoger la imagen de los ricos y poderosos con el fin de que sirvieran de ejemplo a sus conciudadanos, las obras ganadoras del concurso fotográfico de 2017 reflejan una realidad muy distinta a la del poder.

El primer premio – 15.000 libras – lo ha ganado el retrato de un emigrante recién rescatado del mar Mediterráneo y es obra del fotógrafo español César Dezfulil. El protagonista de su obra se llama Amadou Sumaila, tiene 16 años, proviene de Mali y fue retratado en aguas internacionales, a 32 kilómetros de la costa libanesa. La obra pertenece a una colección de 118 retratos de otros tantos ocupantes de una patera.

«Creo que el retrato de Amadou destaca por las emociones que transmite, tales como miedo, desconfianza e incertidumbre, así como determinación y fuerza», apuntó Dezfuli, al comentar su premio. Por su parte el jurado vio en la la mirada de Sumaila una franqueza «llamativa e inquietante» que refleja «su pérdida, soledad y determinación».

El segundo premio (3.000 libras) tampoco refleja la opulencia sino las miserias de la guerra en este caso los estragos del Estado Islámico en Mosul reflejados en el rostro de una joven que huye del enclave, en una fotografía firmada por el galés Abbie Trayler-Smith que es más asimilable a una fotografía de reportaje periodístico que a un retrato al uso.

Sin embargo, es quizás el tercer premio (2.000libras) el que supone un salto adelante a la hora de reconocer que los tiempos están cambiando. Se trata de un retrato sí, pero no el de una persona, ni siquiera el de un primate o cualquier otro ser vivo, sino el de un androide con rasgos japoneses. fue realizado por la finlandesa Maija Tammi y el jurado ha tenido que bordear las bases para adjudicarle el galardón, lo que demuestra sin duda la intencionalidad de sus miembros. Parece que nos dicen con su fallo que la realidad hoy es otra muy distinta y muy distante de la que la Reina Victoria conoció.

Las obras ganadoras se escogieron entre 5.700 retratos realizados por 2.423 autores de 66 países. Ganadores y finalistas podrán contemplarse en una exposición que está abierta al público hasta el  8 de febrero de 2018.

En el siguiente vídeo de Televisión Española se puede ver un reportaje sobre el fotógrafo ganador, el español César Dezfuli http://rtve.es/v/4315958

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