El último libro de David du Chemin se llama El Alma de la Cámara y lleva por subtítulo “El rol del fotógrafo en la creación de imágenes”. En esta ocasión no hay absolutamente nada baladí en título y subtítulo porque juntos constituyen una brillante síntesis de lo que aguarda al lector en las páginas de esta obra que acaba de ser publicada en español por Anaya Multimedia.
David du Chemin es un fotógrafo de largo recorrido que ha dedicado una parte importante de su carrera a la realización de “fotografía humanitaria”, trabajando en relación con diversas organizaciones no gubernamentales. La obra de este fotógrafo canadiense pone el acento en crear historias capaces de transmitir emociones y realidades, capaces de conmover a la audiencia.
Por primera vez en su bibliografía, las imágenes de este libro no incluyen información técnica sobre los datos relativos a la toma y, más que un capricho, es una verdadera declaración de intenciones.
David du Chemin mantiene una tesis que quiere trasmitir al lector. Es sencilla, cualquier cámara de hoy es lo suficientemente buena para captar escenas con calidad, pero las buenas imágenes no las hacen las cámaras sino al fotógrafo cuando es capaz de poner “alma” en ellas.
A partir de esa afirmación convertida en filosofía creativa, el autor construye una magnífica obra de 290 páginas divididas en 26 capítulos. Tienen enunciados como El descubrimiento de la visión, La voluntad de interpretar, Paciencia, Capturar el momento, Improvisación, Abandonar la perfección, Autenticidad, La necesidad del amor, El rechazo a las reglas, Disciplina…
Todos esos puntos y muchos más, son las palancas de El Alma de la Cámara con las que David du Chemin quiere mover la mente del fotógrafo-lector y provocar en él la reflexión y una toma de conciencia que finalmente le debería de ayudar a construir eso tan necesario y difícil: una visión propia.
El Alma de la Cámara está íntegramente ilustrado con fotografías de David du Chemin que el autor ha querido deliberadamente tratar y reproducir en blanco y negro. Deja así aún más clara su intención de desnudarse e invitar al lector a desnudarse de lo superfluo en su práctica fotográfica.
Huelga decir que la calidad de las imágenes de du Chemin es sobresaliente y, tanto en conjunto como cada una de ellas, sirven para demostrar la premisa del autor, es decir, que el fotógrafo es el responsable de insuflar el alma a las imágenes que capta la cámara.
A diferencia de lo que ha hecho con anteriores libros de David du Chemin, Anaya Multimedia ha querido darle a su última obra un tratamiento distinto, el de un libro de autor. Viene encuadernado en tapa dura con una maquetación minimalista basada en la elegancia tipográfica y la absoluta ausencia de color.
Aquellos fotógrafos que tengan inquietud por ir más allá de la técnica, y formarse para ser capaces de construir con solidez sus historias, encontrarán en este libro un texto de gran ayuda escrito no desde la teoría sino desde la destilación reflexiva de las enseñanzas que David du Chemin ha ido encontrando a lo largo de su carrera.
El libro puede ser adquirido a través de este enlace: El Alma de la Cámra de David du Chemin
