Una visión deformada y distinta del desnudo, una documentación social gráficamente impactante, unos retratos penetrantes, un paisaje distinto todo esto compone la visión y el legado de un fotógrafo, Bill Brandt, que es uno de los puntales de la evolución de la visión fotográfica del Siglo XX y cuya obra tenemos la oportunidad de ver a través de la primera retrospectiva que se organiza en España de la mano de la Fundación Mapfre.
La fundación Mapfre, dentro de su línea de exposiciones de clásicos de la fotografía que se ha convertido en una referencia imprescindible para la divulgación de la fotografía del siglo XX en España, presenta en Madrid la primera retrospectiva sobre Bill Brandt que se celebra en nuestro país y que viene a cubrir una ausencia incomprensible dado el enorme peso e influencia que este autor tuvo en la fotografía contemporánea.
Siempre que se habla de Bill Brandt se habla del “fotógrafo inglés”, por más que él no pisara las islas británicas hasta 1934 cuando ya había cumplido los 30 años. Pero es muy cierto que el joven Brandt a partir de un momento histórico – la ascensión del nacismo y la II Guerra Mundial- hizo todos los esfuerzos posibles por que se olvidaran sus orígenes germanos y de su verdadero nombre: Hermann Wilhelm Brand y, desde luego, triunfó en el intento igual que triunfó en su carrera como creador con una visión personal e innovadora en los géneros fotográficos que cultivó: reportaje social, retrato, desnudo y paisaje.
Aprendiz en el estudio de Man Ray, amigo de Brassaï, émulo de Eugène Atget, la obra y la manera fotográfica de Bill Brandt posee dos rasgos muy destacables. Uno es su versátil agilidad para transitar por la fotografía documental, el desnudo, el retrato y el paisaje y conseguir en todos estos géneros obras notables con un modo de ver propio e innovador. El otro rasgo tiene que ver con el positivado de las obras, sobre las que intervenía sin complejos, para llegar a la imagen que había previsualizado en su cabeza.
Bill Brandt primera retrospectiva en España
El visitante que acuda a la exposición que estará abierta al público hasta el día 29 de agosto,va a poder disfrutar de una retrospectiva completa de la obra de Bill Brandt descrita a través de 186 fotografía y diversos objetos y documentos. Todas las imágenes son copias de época pero lo más destacable es que son copias producidas por el propio autor.
La exposición se ha articulado en seis secciones que nos permiten ver todo el recorrido creativo y vital de este autor que durante cinco décadas se situó tras la cámara para poner ante nuestros ojos su forma de ver.
Quienes conozcan previamente la obra de Bill Brandt van a encontrar y reconocer sus clásicas fotos de reportaje social mostradas como suele hacerse en parejas que contraponen realidades similares en estratos sociales antagónicos: el minero de cara tiznada cenando junto a la fotografía de las dos doncellas ante la mesa preparada para la cena altoburguesa, los niños de clase humilde atisbando la calle desde el ventanuco del sótano frente a las niñas acomodadas asomadas a la ventana con visillos de encaje, etc.
Están también los desnudos ópticamente deformados por la visión del gran angular, los retratos siempre realizados en el entorno del personaje y siempre penetrantes y, cómo no, los paisajes llenos de atmósfera y referencias literarias.
La lectura de las cartelas y los paneles de la exposición permite ir descubriendo claves de la obra. Cómo muchas de las fotografías de reportaje social son “representaciones”, cómo fue adoptando distintas cámaras y ópticas para conseguir diferentes resultados, cómo trabajaba las copias en el laboratorio…
El final del recorrido de la exposición, además de unos cuantos documentos, una Rollei, una Hassel y una Kodak de placas, se cierra con un interesantísimo documental realizado en 1983 por la BBC que permite a Bill Brandt hablar sobre sus propias obras y al espectador, atisbar la interesante y peculiar personalidad de este fotógrafo fundamental.
Retoque y trabajo de laboratorio
Bill Brandt daba una importancia extrema a la producción de las copias como afirma personalmente en el documental que cierra la muestra y por eso las realizaba personalmente.
Frente a posturas puristas, Brandt no tenía inconveniente alguno en recortar los encuadres, invertir la imagen y trabajar los aspectos tonales de las fotografías. A lo largo de los años fue produciendo versiones diferentes de algunas imágenes con interpretaciones con distinto contraste o diferente trabajo de sobre y subexposición por zonas (dodge and burn). En ocasiones, el autor recurre también al retoque con aguada negra, tinta o lápices no ya para reparar imperfecciones (motas de polvo, rayas en el negativo) sino para dramatizar la imagen.
Gracias a este trabajo de retoque y procesado fotográfico podemos ver fotografías con profundos contrastes en las que muy a menudo el autor ha elegido llevar zonas de la imagen al negro absoluto o intensificar los grises en las nubes de un cielo quemado, por ejemplo.
Precisamente, que el trabajo conocido de Bill Brandt sea exclusivamente en blanco y negro tiene mucho que ver con la importancia que le daba al retoque fotográfico. La imposibilidad de ejercer ese control y realizar personalmente ese retoque en la fotografía en color de su época le llevó a renunciar a ese medio y concentrarse exclusivamente en el blanco y negro.
Esta exposición forma parte de la sección oficial del Festival PhotoESPAÑA 2021