Como si de un regalo de Navidad se tratara, el Real Jardín Botánico de Madrid, ofrece entre el 14 de diciembre y el 1 de marzo de 2020 la exposición Chema Madoz. La naturaleza de las cosas que ocupa las dos salas del Pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico y profundiza en la relación del fotógrafo con la naturaleza.
Chema Madoz tiene una fiel cohorte de seguidores y no es porque desde 2000 sea Premio Nacional de Fotografía sino porque su particular y reconocible analogía poética con un pie en el surrealismo suscita una capacidad de admiración que prende en todo tipo de personas, jóvenes y mayores, amantes de la fotografía o no, devotos del arte contemporáneo o descreídos de éste.
Esta exposición que se puede ahora ver en el Real Jardín Botánico es retrospectiva y centrada en imágenes que hacen referencia a elementos de la naturaleza. Se trata de 62 fotografías alguna de las cuales se remonta a 1886. En ellas Madoz no solo juega con los objetos de lo cotidiano, sino que expande su ingenio a la naturaleza que nos rodea: el reino animal, vegetal y mineral.
Aunque los seguidores del fotógrafo madrileño no van a descubrir ninguna nueva fotografía, es una buena oportunidad para que unos vuelvan a disfrutar de imágenes que pertenecen ya a nuestro imaginario colectivo y otros descubran a este vigoroso artista.
Se presentarán además de las 62 fotografías una selección de objetos personales de su taller, una manera de explicar el proceso creativo del autor: desde la idea original a la reproducción en papel fotográfico. También se proyectará el documental Chema Madoz. Regar lo escondido, de Ana Morente producido por RTVE en 2012 que nos acerca a la intimidad del creador.
Sobre Chema Madoz
La trayectoria de Chema Madoz (Madrid, 1958) comienza en 1980, tras pasar por el Centro de Enseñanza de la Imagen. La Real Sociedad Fotográfica de Madrid expone la primera muestra individual del autor en el año 1985 y en 1988 la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes de Madrid inaugura su programación de fotografía con una exposición de sus obras.
En 1990, queda finalista del Premio Kodak con la icónica foto de la escalera en el espejo. Desde entonces se centra en el concepto de objetos, tema constante en su fotografía hasta la fecha. “Chema Madoz se complace en trastocar la realidad, porque a pesar de su apariencia sólida e inalterable, una mínima variación puede hacernos conscientes de la fragilidad de aquello que nos rodea” describe la comisaria Oliva María Rubio.
La editorial Art-Plus de Manuel Santos edita en 1995 su primera monografía: el libro Chema Madoz (1985 – 1995). En 1999, el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela realiza una exposición individual de su obra. Será ese mismo año cuando el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedique la exposición individual Objetos 1990 – 1999, que constituyó la primera muestra retrospectiva que este museo dedicaba a un fotógrafo español vivo. El año 2000, es para el artista un momento de gran reconocimiento ya que le conceden el Premio Nacional de Fotografía, el Premio Higashikawa en Japón, y es reconocido como “Autor destacado” en la Bienal de Houston Fotofest.
Chema Madoz ha expuesto en prestigiosas galerías y museos nacionales e internacionales como el Centro Pompidou de París, el Netherlands Fotomuseum de Róterdam, la Fondazione M. Marangoni de Florencia, el Museo de Bellas Artes de Caracas, el Fotofest International de Houston, o Les rencontres d’Arles, entre otros muchos.
Su obra está presente en buen número de colecciones públicas y privadas como la del Museo de Arte Reina Sofía, el Centro Andaluz de la Fotografía, la Fundación Juan March, la Fundación Telefónica, la Fundación Coca-Cola, el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, el IVAM, el Ministerio de Cultura, la colección Fotocolectania y el Fine Arts Museum de Houston, entre otros.
