Viajar para vivir, 20 años de fotografía y reportajes en los 5 continentes

Una libreta, una cámara y un boli pueden dar para mucho. A Rafael Pola le han dado para crear un libro de gran formato con 336 páginas en las que nos hace partícipes de 20 años de viajes alrededor del mundo. Viajar para vivir es el título de esta obra que nos permite experimentar vicariamente el sabor de visitas a los cinco continentes, seis si contamos la Antártida.

Rafael Pola desarrolló toda una vida profesional dedicada a la comunicación, especialmente a la publicitaria, pero toneladas de anuncios, clientes y cuentas, no enterraron nunca el gusanillo del periodismo y la querencia por el camino. Ahora que la publicidad quedó atrás, Pola ha tenido el tiempo de “pasar a limpio” su cuaderno de bitácora para compartir con los lectores las vicisitudes de rutas por Senegal, el Tíbet, Camerún, Irán, el Desierto del Danakil, el Salar de Uyuni, Yemen, Malawi…

Este inquieto viajero ha estado en algunos de los destinos más interesantes del mundo, pero también es importante reseñar que sus viajes no son los de un fotógrafo del National Geographic. Aquel puede pasar meses en un destino para asegurar imágenes fuera de serie, los de Pola, por el contrario son viajes “normales” en los que la mayor parte del tiempo hay que hacer las fotografías “al paso” como nos ocurre al común de los mortales.

“De todos los viajes incluidos en el libro, el único que realmente requirió una estancia más larga, un mes, fue el del K2. Se trata del treking más duro del mundo y es necesaria una aclimatación previa para adaptarse a esa dureza. Llegué con 82 kilos y volví con 64. En la montaña se quedaron 18 kilos de sudor y esfuerzo para conseguir el objetivo”.

Con Viajar para Vivir estamos ante un libro de reportajes de viaje en el que la fotografía es tan importante como el relato y donde la combinación de ambos consigue transmitir una adecuada percepción del destino, una percepción que excita la curiosidad y el deseo por estar allí.

“No recuerdo quién decía que lo peor que puede pasar en un viaje es que no pase nada, pero afortunadamente suele ocurrir lo contrario. Cuando buscas destinos poco convencionales, acabas llegando a lugares que, aunque no suponen ningún reto a tu forma física o a tus habilidades, si te sacan de tu zona de confort. En muchos de los viajes que narro en el libro las condiciones de vida están marcadas por la falta de infraestructuras: no tener una cama, dormir al raso, no disponer de ducha o cuarto de baño… pero, sinceramente, creo que quien viaja se vuelve más comprensivo con las circunstancias de la vida”.

Rafael Pola se define más como viajero que como escritor o fotógrafo, su verdadera pasión es la ruta. “Viajar alarga la vida – dice- porque te permite experimentar en poco tiempo y con mucha intensidad situaciones que no están presentes en tu día a día”. Cuando habla de sus habilidades fotográficas, minimiza su importancia, “los viajes te sitúan ante escenarios tan magníficos que, en realidad, la técnica fotográfica pierde importancia porque cuando estás antes algo excepcional lo que capta tu cámara es excepcional”.

Viajar para vivir es un libro con una edición de lujo. Sus 336 páginas de gran formato (30×24 cm) están impresas sobre papel de 170 gramos y viene encuadernado en tapa dura con cuadernillos cosidos a mano. Por lo que se refiere a la diagramación del libro, cuenta con una maqueta muy bien diseñada que permite apreciar la mayoría de las fotos a gran tamaño.

El libro puede ser adquirido físicamente en las librerías Desnivel y DeViaje de Madrid o bien comprado online en este enlace.

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2 COMENTARIOS

  1. «Viajar para vivir». Razón tienes. Eso es que lo hice yo hace ya 40 años. Dejé mi puesto ejecutivo en París y me fui a Nepal. Me he dedicado a viajar, escribir, fotografías, publicar. Lo cuento en mi novela autobiográfica: «De Ejecutivo a Trotamundos».

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