Los magníficos retratos de Cecil Beaton (Londres, 1904 – Salisbury, 1980) dedicados a personajes famosos del mundo de la cultura, la literatura, la moda y el firmamento de Hollywood, la nobleza y la jet están expuestos en Madrid hasta el próximo día 19 de agosto en la sala de exposiciones del Canal de Isabel II en una muestra que lleva por título Cecil Beaton: Mitos del siglo XX y que se encuadra dentro de la programación de PhotoEspaña.
Si hubiera que hacer una lista muy corta de maestros de la fotografía, Cecil Beaton estaría en ella de cualquier forma porque este dandi inglés que no sólo practicó la fotografía sino también el figurinismo y el diseño de escenarios es un nombre indiscutible en el género del retrato.
La muestra que se expone ahora en Madrid recoge cerca de 120 fotografías, en su mayor parte de época y en blanco y negro, tomadas entre los años 20 y los 70. Medio siglo de creación de un fotógrafo que brilló también en el campo de la moda y trabajó para Vogue, Vanity Fair o Harper’s Bazaar aunque esa especialidad no figura en la selección de imágenes que se puede ahora disfrutar.
Los retratos de Cecil Beaton tienen al mismo tiempo profundidad psicológica y una sencillez compositiva que evidencia virtuosismo. Son obras maestras que permiten asomarse a la personalidad del fotografiado sin que el artificio fotográfico interfiera en modo alguno con el carisma de quién está siendo retratado.
Fotografías en estudio, en exteriores, con iluminación artificial, con iluminación natural, de amigos o de personajes que acababa de conocer. Muchos de sus sujetos vuelven a pasar con el tiempo ante el objetivo del fotógrafo y dejan con ello constancia de la confianza y la satisfacción que su trabajo generaba entre sus sujetos.
Los temas fotográficos abordados por Cecil Beaton a lo largo de su carrera fueron variados pero su cámara estuvo generalmente orientada hacia la alta sociedad y las celebrities. Trabajó en un mundo que podemos calificar abiertamente como reducido porque era el mundo de unas élites a las que él se adhirió. Un mundo al que a él le gustaba pertenecer.
La visita a la exposición permite reconocer más que descubrir nombres famosos como Dalí, Gala, Picasso, Henry Miller, Malraux, Giacometti, Audrey Hepburn, Greta Garbo, Lee Miller, María Callas… Sin embargo, Cecil Beaton tiene la maestría de descubrirnos nuevas facetas y ángulos poco explorados. Así podemos ver una Lee Miller no en su papel de modelo y musa de los surrealistas sino en el de ama de casa que prepara un pastel o vemos la ternura con la que mira a un David Hockney extremadamente joven que lleva ya las gafas con las que le veríamos envejecer y hacerse famoso años después.