Han pasado más de 170 años desde su invención, han surgido nuevas técnicas y medios como la televisión, pero la fotografía, más allá de las manipulaciones interesadas o del mal uso de Photoshop, sigue teniendo un poder de comunicación inigualable, una fuerza para transmitir de manera inmediata y enérgica sentimientos y para conmovernos ante las situaciones que capta.
Ayer la fotografía de una mujer haitiana enferma y desnuda tirada en una acera de Puerto Príncipe llamaba poderosamente la atención en decenas de diarios y tañía en las conciencias de millones de lectores.
Es una gran imagen de fotoperiodismo que corresponde a Héctor Retamál de AFP pero ante instantáneas como ésta, con tal fuerza expresiva, resulta casi obsceno hablar de sus valores fotográficos. Esa es precisamente la grandeza de un medio anciano pero incomparablemente grande. El mundo sigue necesitando a los buenos reporteros.
El poder de la fotografia. La razón fotográfica. Lo incuestionable fotografiado. Es gratificante ver que aún quedan ojos detrás de una cámara.
Gracias por el post
salva lorén
«con tal fuerza expresiva, resulta casi obsceno hablar de sus valores fotográficos. Esa es precisamente la grandeza de un medio anciano pero incomparablemente grande. El mundo sigue necesitando a los buenos reporteros». Hermosa forma de describir la magia escondida tras un «click»
Muchas gracias Sonia