¿Por qué la imagen no tiene que estar enfocada? cómo entender la fotografía moderna

He tenido la ocasión de hojear un interesante libro que lleva algún tiempo en el mercado, se titula ¿Por qué la imagen no tiene que estar enfocada? Entender la fotografía moderna (Promopress) y lo firma Jackie Higgins.

El título de esta obras no es exactamente descriptivo sino más bien orientativo. Hay un viejo chascarrillo entre fotógrafos según el cual “si tienes una foto desenfocada no la tires, mándala a ARCO” y parece que Higgins ha jugado con ese mismo concepto a la hora de ponerle título al volumen. Lo que la autora intenta hacer a lo largo de las 224 páginas que encuaderna el libro es darnos las claves para entender el concepto de fotografía artística y como ésta reinterpreta las claves de lo que es una “fotografía correcta”.

Entre las cien imágenes que la autora utiliza para estructurar todos los conceptos que desarrolla en su obra, hay, por supuesto, fotos que están desenfocadas mientras que otras lo que no han respetado es la nitidez, la correcta exposición, el equilibrio de color, el encuadre o, incluso, las reglas de la composición. Pese a esas transgresiones, todas las imágenes mostradas son obras de reconocido valor artístico cuyo empeño en no es representar la realidad sino crear fotografías que ponen ante el espectador una metáfora, una ficción o una poesía visual.

La lista de autores incluidos en el libro es tan diversa como importante. Susan Maisselas, Araki, Nan Goldin, Bruce Davidson, William Eggleston, Cartier-Bresson, Ed Ruscha, Francesca Woodman, John Baldessari, Sally Mann o Gregory Crewdson son algunos de los cien autores que ilustran con sus fotografías las páginas de este libro, con planteamientos creativos distintos y distantes.

Esta variedad hace que la autora del libro divida las obras incluidas en seis capítulos. Cada uno de ellos corresponde a un género fotográfico amplio: retratos/sonrisa, documento n/instantánea, bodegones/imagen congelada, narrativa/acción, paisajes/vistas y abstracción/disolución.

A la hora de la puesta en página y la maquetación, todas las obras reproducidas comparten un mismo esquema. Cada una de ellas se emplaza en una doble página que comparte con diversas piezas de información textual: la explicación de por qué se trata de una obra importante, una descripción de la aproximación al proceso ya la técnica empleada por el artista, el contexto histórico y artístico en el que surge, alguna cita sobre la fotografía reproducida, una lista de ejemplos de otras imágenes similares, y alguna información secundaria adicional.

¿Por qué la imagen no tiene que estar enfocada? Es una buena obra para la educación visual y artística del lector que bien puede ser un fotógrafo o, simplemente, cualquier persona interesada por la fotografía artística y los diversos caminos que transita.

En el libro puede ser adquirido en este enlace: ¿Por qué la imagen no tiene que estar enfocada? Entender la fotografía moderna

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