Rafael Sanz Lobato expone desde hoy en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando su obra que le ha convertido en un maestro de la fotografía documental y antropológica, un maestro fundamental de los años 60 y 70 en España alineado en la Escuela de Madrid y precedente menos conocido del boom de la fotografía de tradiciones populares que encumbraría muchos años después a Cristina García Ramos.
Sanz Lobato es Premio Nacional de Fotografía desde 2011. Cuando le concedían el premio el jurado decía que “su obra constituye un puente entre la nueva vanguardia neorrealista de la posguerra y los métodos de observación fotográfica posteriores al 68. Su tema es la transformación del mundo rural tradicional y las culturas populares, que enlaza con el problema del neorrealismo, pero en una época en que su trabajo se despliega como la memoria de un mundo que desaparece. Su trabajo adopta un método de observación antropológica que tendrá múltiples consecuencias. Asimismo su enfoque documental actualiza el lenguaje fotográfico e influye en el fotoperiodismo contemporáneo».
«Representa a una generación puente entre los 50 y los 70 cuya visibilidad ha sido relativamente menor en la cultura fotográfica española, precisamente por coincidir con un cambio de época histórica y política. Sanz Lobato se ha mantenido fiel a un método de trabajo a lo largo de su trayectoria de más de treinta años y el conjunto de su trabajo mantiene una gran coherencia y solidez. Su trabajo no ha tenido aún el reconocimiento que merece”.
La exposición puede verse en la Real Academia de Bellas Artes hasta el 8 de septiembre y ha sido organizada por el Ministerio de Educación y Cultura de España. Está comisariada por David Balsells y Chantal Grande, es un importante ejemplo del mejor realismo documental fotográfico. Recoge documentos clave de la fotografía realista moderna española que han influido de forma importante en autores de las generaciones sucesivas. Como documentalista destacan las series de fotografías llamada ‘La Caballada de Atienza’, ‘Rapa das Bestas’, ‘Auto sacramental de Camuñas’ o ‘Bercianos de Aliste’ que reflejan la diversidad cultural de nuestro país, pero también realizó paisajes, retratos y naturaleza muerta.