El ojo catalogador de Sander en La Fábrica

El afán antropológico y catalogador de la sociedad que impulsó a August Sander a retratar a sus conciudadanos y paisanos fue sin duda el proyecto que le hizo inmortal y es también el leit motiv de la exposición Hombres del siglo XX que presenta La Fábrica hasta el 17 de septiembre.

La exposición reúne una selección de 118 retratos de este proyecto, y ha sido realizada por el bisnieto del fotógrafo, Julian Sander, positivados por Gerd Sander, nieto del fotógrafo.

August Sander conceptualizó su proyecto en 1910. El tema de ese trabajo nació de los retratos que realizó de campesinos de Westerwald, que consideraba arquetipo del hombre contemporáneo. Basándose en eso, Sander desarrolló una filosofía que posiciona el hombre dentro de un modelo cíclico de la sociedad. La clase de campesinos representa la base de la sociedad. Le siguen el artesano, la mujer, los trabajadores cualificados – que representan la base de la vida cívica, del abogado al miembro del parlamento, del soldado al banquero-, los intelectuales, artistas, músicos y poetas, la gran ciudad y el ciclo termina con los dementes, gitanos, mendigos, moribundos y muertos. Después Sander subdividió cada grupo en un total de 49 portfolios con título. Desgraciadamente, no tuvo la posibilidad de publicar el proyecto completo durante su vida.
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En palabras del comisario «lo menos importante que August Sander hizo fue fotografiar, mucho más importante fue la manera en la que vio y entendió el mundo» por la que los más de 540 retratos que realizó se caracterizan por su unidad formal y estética. Independientemente de su clase social, edad o condición los retratados son mostrados con la misma dignidad y respeto. «No son retratos de August Sander, son retratos de la gente», explica Julian Sander, «el fotógrafo no se muestra en ellos, ofrece al sujeto el espacio para que se presente él mismo, para que se sienta a gusto con la persona que le está retratando».

Sean semi completos o completos, los retratos de Sander están siempre colocados en un entorno simple. El artista daba índicios controlados e intencionales sobre el origen y la profesión de su sujeto, a través del fondo o de la ropa, del peinado o del gesto. Procuró integrar en todas sus obras la relación del sujeto fotografiado con su entorno hasta el último detalle.

Para Julian Sander, así como para su bisabuelo, los detalles son esenciales en la imagen registrada: la colocación de las manos, que casi siempre aparecen en cuadro, las indumentarias, la pose, los objetos con los que son retratados los personajes, etc. Todos estos detalles ofrecen la posibilidad de realizar diferentes niveles de lectura, de poder profundizar en cada uno de los retratos. «Estas imágenes pueden ser revisitadas una y otra vez y siempre revelan algo nuevo», añade el comisario.

Las imágenes fueron tomadas desde finales del siglo XIX hasta después de la II Guerra Mundial, pero el tiempo histórico parece no ser importante para August Sander. Él siempre aplicaba la misma técnica cuando retrataba a los personajes y «lo que es más importante, la misma ideología». De esta forma Sander aislaba la esencia del sujeto. Para Julian Sander el grupo de retratos que comprenden el proyecto el Hombres del siglo XX muestra a la sociedad alemana más allá del tiempo o de los gobiernos. «Estas fotografías muestran la naturaleza de los alemanes en su complejidad, y haciéndolo ofrece una pequeña muestra de la complejidad humana», reflexiona Sander.

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August Sander

August Sander (Alemania, 1898-1964) es considerado uno de los pioneros de la fotografía. Hijo de un minero, trabajó como tal desde los trece años. Estudió pintura en Dresden y ahí tuvo su primera aproximación a la fotografía. Después de trabajar en varios estudios, en 1910 funda el suyo propio en Lindenthal. Es en ese momento cuando Sander formalizó el concepto de su mayor proyecto: Hombres del siglo XX.

En la década de los treinta, asediado por los nazis, se refugió en la fotografía de paisaje. En 1944 una bomba destruyó su estudio y sus 40.000 negativos. Se retiró entonces a Westerwald, donde continuó trabajando en precarias condiciones, y su nombre fue prácticamente olvidado en Colonia hasta que L. Fritz Gruber, expuso sus fotografías en la photokina en 1951.

Tras su muerte en 1964, su hijo Gunther trabajó en el archivo de Sander de más de 540 retratos y los publicó en Munich en 1980 bajo el título que Sander había inicialmente pensado: Hombres del siglo XX.

Su nieto Gerd es un curador eminente y un coleccionista especializado en la fotografía europea del siglo XX. Dirigió su propio negocio de fotografía en Colonia de 1971 a 1995, y fundó en 1990 el August Sander Archive en Colonia. Es el ex presidente de la junta de la Photographische Sammlung / SK Stiftung Kultur, para la cual coeditó, investigó y comisarió con Susanne Lange y Gabriele Conrath-Scholl las 619 fotografías para la publicación de siete volúmenes August Sander: People of the 20th Century, la referencia ineludible sobre el artista. Su bisnieto Julian Sander, fundó la FEROZ Galerie en 2009, representando el legado de August Sander, la colección privada de Gerd Sander, así como fotógrafos contemporáneos como Sean Hemmerle, Jory Hull y Michael Somoroff.


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