La fotografía humanitaria del premio Luis Valtueña

Vivimos en la sociedad de la imagen y en el mundo sin fronteras donde las exploraciones carecen de sentido y prácticamente los viajes no pueden más que ofrecernos el «reconocimiento» de algo cuyo conocimiento nos lo anticiparon antes los medios de comunicación, documentales, libros, webs, etc. Sin embargo, el fotógrafo aún tiene al alcance de su objetivo la posibilidad de descubrir realidades que permanecen ocultas porque los medios de comunicación no son omnipresentes aunque la avalancha de imágenes e información nos pueda hacer pensar lo contrario.

Por esta razón hace años que existe un nuevo género fotográfico, la fotografía humanitaria. En las fronteras del reporterismo y el periodismo gráfico en realidad se convierte en otra cosa un instrumento para mover conciencias que la mayor parte de las veces no aparece publicado en revistas o periódicos pero que bien puede distribuirse en webs comprometidas o en exposiciones.

Ese es el caso de los premios Luis Valtueña que hace ya años instituyó Médicos del Mundo y que este año llegan a su 15ª edición. Sólo del 24 al 29 de enero van a estar expuestos en Madrid en la Casa Encendida para empezar luego una itinerancia por distintos puntos de España .

La exposición recoge el trabajo del fotógrafo italiano Alessandro Grassani, ganador del premio por su serie fotográfica ‘migrantes medioambientales: la última ilusión’. Junto a sus obras las del también italiano Luca Catalano Gonzaga  Gonzaga  y el fotógrafo argentino Gabriel Pecot, finalistas con sus instantáneas sobre las personas refugiadas somalíes en el campo de Dadaab en el caso del primero y sobre la situación de los solicitantes de asilo y refugiados en Grecia en el caso de Gabriel Pecot.

Alessandro Grassani

El jurado decidió premiar las instantáneas de Alessandro Grassani, tomadas en Mongolia en marzo de 2011, por la forma en que exploran y transmiten el impacto generado en la sociedad de ese país por el cambio climático. Los inviernos, cada vez más duros con temperaturas de hasta 50º bajo cero, han reducido drásticamente los pastos y han obligado a miles de pastores a emigrar a la capital, Ulán Bator, modificando de forma radical sus formas de vida tradicionales.

El primer premio obtenido por Alessandro Grassani consiste en una beca de trabajo de 8.000 euros destinada a la realización de un proyecto fotográfico en una de los ámbitos de trabajo de Médicos del Mundo. Este premio se convoca anualmente en recuerdo de Luis Valtueña, Flors Sirera, Manuel Madrazo y Mercedes Navarro, cooperantes de Médicos del Mundo asesinados en Ruanda en 1997 y Bosnia en 1995 cuando trabajaban en proyectos de acción humanitaria.

Luis Valtueña era fotógrafo de profesión y en España trabajaba como reportero en la Agencia Cover.  En estas quince ediciones, el premio se ha convertido en un referente de la fotografía humanitaria y en su papel de acercar una realidad, a veces esperanzadora, a veces aterradora, pero ante la que no se puede permanecer indiferente. En los quince años del premio, centenares de fotógrafos procedentes de todo el mundo han presentado sus instantáneas para transmitir esta realidad.

Alessandro Grassani

 

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