Fotoinspiración para el verano: variaciones sobre un mismo tema

Un fotógrafo es un compañero de viaje bastante pesado, yo diría que insufrible, y me temo que no tiene remedio. Hacer buenas fotografías requiere insistencia, trabajarse al sujeto buscarle los ángulos… algo que lleva tiempo y que el resto de los mortales no necesita sufrir en absoluto.

En este post se pueden ver tres imágenes completamente distintas de un mismo sujeto, una estatua ecuestre moscovita, dos tienen cierto interés, la tercera es anodina y no  merece la pena de ser reproducida. La primera enseñanza de la serie es que salvo fotos que tengan que ver con el concepto del «momento decisivo», uno no puede quedarse con la primera toma, hay que trabajar, cambiar el punto de vista, buscar otro ángulo. Puede que a veces es la primera fotografía sea la mejor pero, en muchas ocasiones, quedará superada por otras posteriores.

En este caso, todos los encuadres son similares y dos de ellos están hechos desde el mismo lado de la estatua sin embargo esto sirve perfectamente para demostrar cómo el fotógrafo puede crear realidades completamente diferentes en función de las decisiones que toma a la hora de incluir o dejar fuera del encuadre elementos de la realidad.

En la fotografía donde el general se recorta contra el cielo azul, la abundante presencia de pájaros ha servido para crear una imagen más poética sin referencias al entorno. Sin embargo, después de girar ligerísimamente la cámara hacia la izquierda, la fotografía resultante es muy distintas, ya que contextualiza al héroe militar con una referencia al entorno urbano donde se encuentra, representado por el edificio en el que, gracias a una iluminación lateral de primera hora de la mañana, las ventanas tienen una gran fuerza gráfica que le da además un contrapunto de color cálido  a la silueta ecuestre recortada contra un limpio cielo azul.

La imagen que encabeza el post y se reproduce más abajo, no está reencuadrada ni recortada. Fue tomada con una cámara Canon 5D MarkII  con objetivo Canon EF 70-200 mm f/4L USM a una distancia efectiva de 109 mm. La velocidad de obturación fue de 1/1000s a f/10 con una sensibilidad de 400 ISO. En realidad lo lógico habría sido bajar la sensibilidad a 100 ISO y disminuir la velocidad a 1/250s.

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