Canson convoca un concurso…¿para quién?

Digamos primero lo bueno, Canson es un gran fabricante de papel con una completa gama de productos pensados para conseguir la mejor calidad en la impresión de obra fotográfica. La propia Canson define sus papeles como especialmente indicados para la fotografía artística.

Vamos ahora con la crítica. Canson ha convocado un concurso fotográfico con una buena dotación económica ya que distribuye 17.000 euros en premios. Leemos en las bases que en las obras presentadas “Se permite el retoque de las fotografías, siempre que sea para aplicar filtros globales que mejoren su calidad (brillo, contraste,…)” pero “No está permitido, sin embargo, aplicar operadores globales para añadir o eliminar elementos, mezclar varias fotos o modificar su composición original” Yo diría que este apartado está copiado directamente de las bases de otro concurso y creo que no puede haber más inadecuación entre quien convoca el premio y las restricciones que impone.

Dicho en otras palabras, un fabricante de papeles para arte – no lo digo yo ellos los califican como indicados para Fine Arts – hace un concurso al que no se puede presentar un artista fotógrafo que haga montajes o que ajuste sus fotografías por zonas o que aplique una técnica de color selectivo, o que haga un viñeteado… Cuando uno ve esas restricciones en concursos de fotografía de naturaleza o periodística, casi las puede entender, pero es bastante raro que Canson dirija su concurso a reporteros y fotógrafos de naturaleza y deje fuera a todos los artistas que podrían apreciar la calidad de sus soportes y son su mercado natural.

La verdad es que las fórmulas “puretas” me producen un gran rechazo y me pregunto si quienes las redactan habrán practicado la fotografía alguna vez. Hace muchos años, cuando yo era fotógrafo de prensa y la fotografía digital no existía, en el laboratorio te permitías hacer una reserva o quemar un poco una zona haciendo una máscara con tus manos o con un cartoncito y un alambre. No era visto en absoluto como una manipulación sino como una manera de compensar, por ejemplo, un cielo algo quemado o una cara a la que le faltaba un poco de exposición respecto a su entorno. Era generalmente aceptado, incluso en el ámbito periodístico.

Ahora resulta que en concursos como el de Carson el equivalente digital a esas técnicas está también vedado, sólo se permiten “filtros globales” y, por supuesto, a los artistas que hacen fotomontajes o amplían el rango dinámico de sus imágenes no los quieren ni ver.

Otro punto de las bases es igualmente chocante. Las imágenes que se remitan tienen que tener unas dimensiones de 800×600 píxeles. Ojo al dato, no se estipula la medida máxima o la mínima del lado más grande o más pequeño, como es habitual en los concursos, sino que al determinar la medida de los dos lados, te imponen una proporción. Es decir, siguiendo al pie de la letra la cláusula, no se pueden presentar imágenes hechas a tamaño completo de sensor, ni panorámicas, ni en formato cuadrado…

En fin, lo dicho, Canson hace unos papeles magníficos…