He tenido la oportunidad de revisar el libro Diseño fotográfico (editorial Gustavo Gili) un título de Jeremy Webb que lleva un par de años en los anaqueles de las librerías pero que resiste perfectamente el paso del tiempo porque se trata de un texto centrado en los fundamentos esenciales del diseño aplicado a la creación fotográfica.
Jeremy Webb es un profesor y su libro está claramente destinado a «alumnos» ya sean académicos o autodidactas pero dispuestos a dedicarle tiempo a leer y reflexionar sobre las enseñanzas que el autor pone a su alcance con el fin de mostrar cómo el conocimiento de los principios del diseño puede ayudar al fotógrafo a conseguir imágenes con mayor valor y nivel de profundidad.
Como ocurre con otros libros de fotografía de vocación docente, éste integra en cada uno de sus capítulos el estudio de casos y la formulación de ejercicios para que el lector coja su cámara y lleve a la práctica los conocimientos que las páginas del libro están poniendo a su alcance. Algo muy importante porque, como afirma Jeremy Webb en uno de los capítulos, «ningún pianista o ninguna bailarina salen al escenario sin antes haber pasado por inacabables horas de ensayo, precalentamiento y ejercicios previos para alcanzar la cima de la preparación y de la técnica. Así pues, ¿por qué un fotógrafo podría creer que realizará fotografías estupendas sin pasar por una ejercitación de rigor similar?» El rigor es lo que pretende impartir el libro y la ejercitación sólo la puede poner el lector.
Este libro, como le pasa en el fondo a toda la enseñanza artística, parte de la idea de que aunque algunos grandes fotógrafos poseen un instinto innato para dotar a sus imágenes de los principios del diseño, esta habilidad puede también aprenderse y ser desarrollada para adquirir el oficio necesario para crear imágenes perdurables y memorables.
Las 184 páginas del libro dan cabida a seis capítulos. En el primero se repasa la teoría del diseño fotográfico y analiza temas relacionados con el procedimiento (encuadre, ángulo, punto de vista), el segundo enumera los principales elementos del diseño que intervienen en la toma fotográfica (forma, luz, color…), el tercer capítulo muestra cómo los elementos del diseño se procesan, combinan y manipulan para crear imágenes atractivas y potentes; el cuarto aborda la profundidad y la escala; el quinto el movimiento y el flujo dentro de la imagen; y, finalmente el sexto, reflexiona y da pistas sobre cómo llevar a la práctica lo aprendido en las páginas anteriores y plantea un ejercicio bastante exigente.
Creo que se trata de un libro útil para fotógrafos que se encuentren realmente comprometidos con su obra y cuya práctica fotográfica no sea meramente impulsiva sino que están dispuestos a reflexionar sobre los elementos que integran sus encuadres.
El libro puede ser adquirido en este enlace: Diseño fotográfico