Hace años que Telefónica desarrolla una encomiable labor de recuperación del patrimonio fotográfico mediante la restauración y puesta en valor de archivos fotográficos. Empezó con “Transformaciones. La España de los años 20 en los archivos fotográficos de Telefónica” para seguir con “Marín. Fotografías 1908-1940” y “Josep Brangulí. 1909-1945”. Todas ellas convertidas en muestras brillantes y en catálogos importantes, según dicen aunque yo no he tenido la oportunidad de verlos.
Ahora, siguiendo esa misma ruta, le ha tocado el turno al fotógrafo gallego Virxilio Vieitez, del que la Fundación Telefónica en colaboración con el MARCO de Vigo han organizado una retrospectiva que reivindica la faceta artística del retratista y lo sitúa como uno de los autores de referencia de la España de las décadas de los años 60 y 70.
Vieitez no es Alfonso, ni Chambi, ni Kaulak, pero como ellos su obra tiene un valor singular y al tiempo compartido que consiste en haberse constituido en un verdadero referente antropológico de un lugar y una época, en este caso, la Galicia rural entre el desarrollismo y la Transición.
La exposición que se puede ver hasta el 19 de mayo en el Espacio Fundación Telefónica reúne material original del estudio del fotógrafo, copias de la época, cámaras y objetos personales y profesionales del fotógrafo. Una parte destacada de la exposición está dedicada a las fotografías destinadas a los documentos de identidad, realizadas siempre sobre un fondo blanco, que ofrecen una representación etnográfica de gran valor a través de los rostros de las personas que, aun con su singularidad y características propias, componen el retrato de un pueblo. La exposición concluye con las primeras fotografías en color, obras que marcan el avance de una época en la cual la innovación tecnológica coincide con cambios políticos y sociales que afectan al lenguaje fotográfico.
A través de cerca de 300 imágenes de encargo –en blanco y negro y en color, muchas inéditas–, especialmente de aquellas destinadas a los emigrantes gallegos que se encontraban en Argentina, México y Venezuela y que recibían así un testimonio visual de sus familiares en Galicia, la muestra proporciona además una visión de la España rural de la década de los años 60.
Vieitez (1930-2008) fue un fotógrafo rural que documentaba los momentos vitales más importantes de las familias pontevedresas –comuniones, bautizos, bodas o funerales–. Gracias a su capacidad y una intuición extraordinaria para la puesta en escena, Vieitez obtuvo un testimonio fidedigno y una memoria visual de su entorno. Según la comisaria, Enrica Viganò, el pontevedrés “ha dejado su huella, con razón y con fuerza, en la historia del retrato fotográfico español”. Destacan entre sus principales cualidades su elegancia formal, que hace, a decir de Viganò que su fotografía sea “intensa, nítida y potente”.
El archivo, conservado por su hija Keta, guarda la totalidad de su producción y conforma un importante patrimonio cultural conservado en Soutelo de Montes (Pontevedra), el pueblo en el que Vieitez nació y en que trabajó casi toda su vida. Para esta exposición se ha llevado a cabo una investigación que ha tenido en cuenta la práctica totalidad de los negativos fechados entre 1953 y 1980 –más de 50.000– y se ha recuperado material inédito de cajas selladas y latas que contenían metros de película jamás positivados tras su primera utilización, es decir, tras el encargo del cliente de la época.
Virxilio Vieitez, fotógrafo por encargo
Virxilio Vieitez nace en Soutelo de Montes (Pontevedra) en 1930. A los 18 años viaja al Pirineo Aragonés, donde trabaja como mecánico y compra su primera cámara fotográfica. Posteriormente se traslada a Cataluña y empieza a trabajar en la localidad de Palamós como ayudante del fotógrafo Juli Pallí, con quien aprende las claves del oficio. En 1955 regresa a Galicia y abre un estudio fotográfico en su pueblo natal. Allí trabaja para clientes de la comarca de Terra de Montes y retrata a generaciones enteras de vecinos, especialmente desde principios de los sesenta, cuando se impone la obligatoriedad de incluir una fotografía en el carné de identidad. En poco tiempo se convirtió en el fotógrafo más solicitado. Vieitez continúa trabajando como fotógrafo hasta finales de los ochenta. Fallece en Soutelo de Montes, su pueblo natal, a la edad de 78 años, el 15 de julio de 2008.
Actividades paralelas
La exposición se completa con el documental Virxilio Vieitez. Más allá del oficio (2005), de José Luis López Linares, los ciclos de conferencias “Galicia, los años de Virxilio Vieitez” y cinematográfico “El cine en Galicia, Galicia en el cine”, un curso de iniciación a la fotografía digital para jóvenes, la pieza de microteatro “Foto Vieitez. Soutelo”, varios talleres dirigidos a familias, un certamen on line de fotografías de carnet “Mi otro DNI” en www.espacio.fundaciontelefonica.com y una guía multimedia, presentada en forma de aplicación gratuita para tablets y smartphones, una herramienta de interpretación sencilla y amena para profundizar en los contenidos de la exposición. Además de las explicaciones locutadas, la App aporta otros recursos como un vídeo de la comisaria, entrevistas a los personajes que aparecen en las obras e imágenes para contextualizar y comparar los trabajos comentados. También incluye un recorrido especial para niños acompañados de adultos y una signoguía.
Estuve viendola el sabado y es un placer para los sentidos, aconsejo encarecidamente ir a verla.
Saludos.