La inercia de la imagen personal y de marca es inmensa, seguramente por eso Leica lleva ya 100 años ocupando el lugar de una leyenda. Como celebración de su centenario, la Fundación Telefónica ofrece al público hasta el 10 de septiembre de 2017 la exposición Con los ojos bien abiertos. Cien años de fotografía Leica, que recoge casi 400 fotografías, material documental de colecciones privadas y museos -revistas, libros, carteles publicitarios, catálogos, entrevistas- así como documentos y objetos conservados por el Archivo Leica.
La autoría de las imágenes de la exposición corresponde a grandes nombre de la historia de la fotografía como Cartier-Bresson y Robert Capa -inevitables en una exposición sobre Leica- o Paulo Nozolino, Araki, Marc Riboud, Rodtschenko, Horst P. Horst, Sebastião Salgado o Alberto Korda por citar sólo algunos.
La exposición presenta la historia de la fotografía en formato de 35mm desde sus inicios a la actualidad, dividida en 8 apartados: Leica y la Nueva Visión, Fotoperiodismo, Fotografía subjetiva, Fotografía humanista, La nueva fotografía en color; La fotografía de moda y la cámara Leica, Fotografía de autor.
Nacimiento de la leyenda Leica
Por decirlo en pocas palabras, la revolución que aportó Leica al mundo de la fotografía se basó en la utilización de película de rollo con un formato de negativo muy reducido (35 mm) frente a las cámaras de placas que se usabas por aquel entonces. Gracias a esta reducción se conseguían tres cosas fundamentales: transportabilidad (400 gramos solamente), la rapidez entre toma y toma y la discreción. Con ello propició o fomentó el inicio del reporterismo tal como lo seguimos entendiendo en la actualidad.
Ahí nació la leyenda de Leica y luego el fetichismo de las marcas y los fans han hecho que aún hoy estos aparatos sigan teniendo un halo de leyenda pese a que sus carácterísticas técnicas están ampliamente superadas.
El origen de la cámara Leica
En junio de 1914, el ingeniero Oskar Barnack que trabajaba en Leitz (Wetzlar, Alemania), empresa líder en la fabricación de microscopios, construyó el primer modelo funcional de una cámara compacta para película cinematográfca de 35 mm. La idea que Barnack tenía en mente era una cámara de fotos pequeña y ligera, que permitiera tomar imágenes en serie de forma sencilla y rápida usando película de cine, disponible en el mercado y, por tanto, comparativamente más barata. La cámara bautizada con el nombre de Leica (= Leitz / Camera) en 1925 bajo el lema «Negativos pequeños, imágenes grandes». La Leica no solo era compacta, fiable y de uso rápido, sino que incluía un objetivo de altas prestaciones ideado por Max Berek.
Surgida en pleno período de entreguerras, la Leica fue lanzada al mercado por Ernst Leitz en la primavera de 1925, en una época marcada por cambios vertiginosos en todos los ámbitos. La Primera Guerra Mundial, la Revolución de Noviembre alemana y la Revolución de Octubre rusa marcaron nuevos hitos en el orden social que se resquebrajó.