Hace no mucho hablábamos de Ricky Dávila por la exposición sobre Bogotá que aún permanece abierta en la Casa de América (Madrid) hasta el 21 de este mes. Pero el caso es que este fotógrafo bilbaíno está haciendo doblete en Madrid porque hasta el 28 de marzo expone en el Circulo de Bellas artes su serie Ibérica un trabajo que comenzó a gestarse hace más de diez años, cuando empezó a hacer fotos de caras de forma espontánea. «Me di cuenta – dice – de que en torno a ese registro podía articular un inventario de caras», dijo. En ‘Ibérica’, se suceden caras de personas anónimas, jóvenes y ancianas, que esconden su propia historia.
«El retrato es un misterio porque cuenta todo y nada de una persona». Bajo esta premisa el fotógrafo Ricky Dávila presenta ‘Ibérica’, una muestra de casi un centenar de fotografías, en las que el autor combina el retrato con el paisaje en movimiento, en una búsqueda de la realidad y de su lugar en el mundo. La exposición permanecerá expuesta hasta el próximo 23 de marzo en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes.
Dávila (Bilbao, 1964), dejó hace tiempo el Fotoperiodismo para centrarse en una visión más artística de la imagen, ya que, según señala, sus tesis son sus propias fotografías. En esta ocasión, aborda este proyecto desde una dimensión tanto documental como poética, que «admite varias lecturas».
De esta forma, Dávila acerca al espectador el misterio de cada una de las caras que retrata, y cuestiona el límite que existe a la hora de explicar quién es la persona que se encuentra delante. «No parece propio pretender un espíritu informativo en algo que no lo tiene, y eso es lo bonito del retrato, ese margen de vuelo y de sueño», afirmó.
La selección de los protagonistas se ha realizado de modo arbitrario pero no inocente, según precisó el fotógrafo, que insiste a su vez en que existe una «cierta voluntad de eclecticismo». «Puede ser vista como el itinerario personal del artista, pero no me atrevería a ilustrar ninguna tesis antropológica con mis caras», aseguró.
El título de esta exposición fue elegido para justificar que el solar era el ibérico, como licencia personal de Dávila, quien subrayó que este trabajo tiene «un valor documental, pero no tiene una pretensión de tesis antropológica, porque le faltaría método, disposición personal y dimensión».
El fotógrafo no se detiene sólo en las caras de desconocidos, sino que, desde una perspectiva personal, se sirve de paisajes anónimos y lugares no concretos, para oxigenar el discurso y «cumplir con la introspectiva visual».
Según explicó Dávila, estas imágenes se han tomado desde medios de transporte, porque el autor pretendía registrar una sensación de travelling, que fluyera de lado a lado en oposición al hieratismo de las caras, lo que, en sus palabras, remite a la gramática del narrador.
«Las caras tienen que ver con una dirección hacia fuera de la cámara, mientras que los paisajes me devuelven hacia un viaje interior», afirmó el autor, quien añadió que huyó de cualquier literalidad, ya que el objetivo era «simplemente crear un ambiente».
Buenas fotos y buena idea vaya eso por delante.
Debo ser sincero, me dan envidia sana ( pero me entristece en el fondo) todos estos fotógrafos que llegan a ser famosos, con proyectos que yo podría idear y realizar tranquilamente con el mismo o muy similar nivel de calidad e imaginación. El problema es que te hagan caso.
yo creo que sí él tiene éxito es por su esfuerzo constante que son díez años en este camino de tomar fotos a personas anónimas y también con paisajes dandole un aspecto de misterio.
Las fotos son bien trabajadas se ve su profesionalismo, fluyen hacia fuera
para darnos a pensar que reflejan las personas.
Mientras que el los paisajes se ve mas extenso queriendo decir algo de su interior. que él sabe de manera personal.
Tanbien busca que fotos quiere tomar él , busca el ímpácto extrenesedor que nos da aquellas personas elegidas por el autor.
todo esto no es sencillo todo esto da la experiencia de muchas fotos y rrecorrido de muchos viajes los años lo dice todo.
sus proyectos siempre han tenido éxitos, en su vida afortunado es él,