Editorial Blume ha reeditado un título de Michael Freeman que es todo un clásico que no pierde vigencia: 101 consejos de fotografía digital. Por contenido y planteamiento esta obra puede muy bien ser el libro de cabecera de cualquier fotógrafo ya que de una manera metódica trata de abordar todo lo que es esencial para hacer buenas fotografías dejando a un lado complicaciones técnicas. Según el propio autor declara, se trata de reducirlo todo a su esencia: el fotógrafo, la cámara y el sujeto que tiene delante.
101 consejos fotografía digital, pese a lo que se podría pensar por el título, no es un libro de «trucos del oficio», de píldoras sobre haz esto o lo otro. El planteamiento es un poco más profundo, lo que no significa difícil ni pesado sino simplemente que el autor escoge temas esenciales de la toma fotográfica y, en menor medida del procesado, y explica para cada uno de ellos cuál es la forma de proceder en una o dos páginas con el necesario material gráfico que ilustra perfectamente los conceptos que se desarrollan.
Los 101 consejos vienen distribuidos en 9 capítulo y aunque quizás su enumeración no pone en evidencia la diferenciación y el valor del libro, sí es necesario conocerlos para hacerse una idea del planteamiento general de la obra: Consejos básicos, Exposición, Color, Consejos técnicos, Composición, Stticching (creación de imágenes mediante la unión de varias tomas), Disparo múltiple, Poca luz y Procesado. Como se puede ver por la simple enumeración, el autor trata de abarcar todo lo relacionado con el proceso fotográfico desde la actitud hacia la fotografía o la relación con el sujeto, hasta asuntos relacionados con la técnica de toma o el procesado, pasando por conceptos estéticos.
Por lo que respecta al procesado de la imágenes, aunque a lo largo del libro se alude a él en múltiples ocasiones cuando es pertinente para conseguir un determinado resultado final, el lector no debe esperar explicaciones paso a paso o detalladas indicaciones sobre cómo operar en Photoshop u otro programa ya que el autor se limita a dar en este aspecto explicaciones sucintas que presuponen un cierto conocimiento de los programas de edición. Si esta condición se da en el lector, entonces el aprovechamiento de las explicaciones está asegurado.
Aunque quizás resulte un poco ambicioso enunciarlo así, creo que el contenido de este libro de Muchael Freeman equivale a un curso completo de fotografía y creo también que se trata de un texto que merece la pena leer de principio a final para luego ir releyéndolo a medida que se van poniendo en práctica o se hacen ejercicios sobre los distintos temas que se desarrollan en la obra. Es decir, es una obra que se presta a ser de consulta frecuente hasta que sus conceptos se den por completamente asimilados.
Como ocurre con todas las obras de Michael Freeman, el nivel medio de las ilustraciones que la acompañan es de gran calidad si bien hay muchas imágenes que no se corresponden con grandes viajes (en los que el autor es experto) sino que han sido tomadas en situaciones ordinarias por lo que su efecto sobre el lector será bastante inspiracional sin resultar intimidatorio por considerar imposible hacer imágenes como esas.
En definitiva, creo que es una buena iniciativa el que Editorial Blume haya vuelto a editar esta obra que puede servirle a muchos fotógrafos para adquirir o consolidar conceptos básicos para mejorar su técnica fotográfica en el aspecto más amplio.
El libro puede adquirirse en este enlace: 101 consejos de fotografía digital