Aquellos que están empezando a hacer tomas de vídeo con sus cámaras digitales ya sean réflex o compactas, estarán descubriendo rápidamente que para conseguir resultados profesionales es necesario contar con un sistema de apoyo que le dé estabilidad a la cámara y evite el movimiento incontrolado de la imagen, es decir, que ésta vaya a saltos.
El trípode es, en la mayoría de las ocasiones, el accesorio ideal para darle un toque profesional a las imágenes de vídeo ya que nos proporciona estabilidad y, al mismo tiempo, nos permite hacer movimientos de rotación y de inclinación controlados.
Ahora bien, no todos los trípodes, o mejor dicho, no todas las rótulas para trípode son adecuadas para el rodaje de vídeo. Las rótulas de fotografía ya sean de 3 ejes, de bola o de joystick, no resultan apropiadas para rodar imagen en movimiento. Esto es así porque cuando queremos hacer un barrido o una inclinación, el movimiento resulta brusco, especialmente el inicio y el final, y el resultado es una imagen poco profesional. Por esta razón, todos los fabricantes tienen en su catálogo rótulas especiales para vídeo que vienen con un sistema fluido de fricción que le aporta una gran suavidad a los movimientos. Este es el caso, por ejemplo, de la Vanguard PH-123V de aleación de magnesio o la Manfrotto MVH500AH.
Al contrario que las rótulas de fotografía, las de vídeo suelen permitir sólo dos ejes de movimiento, el horizontal y el vertical, pero no así la inclinación lateral. Otra diferencia importante está en su palanca de manejo que es mucho más larga y robusta, precisamente para contribuir a la suavidad del movimiento y típicamente se puede montar indistintamente a la derecha o a la izquierda del cabezal. Pero la verdadera gran desventaja de las rótulas de vídeo es su volumen y su peso ya que son mucho más aparatosas que sus hermanas fotográficas.
Precisamente Manfrotto acaba de sacar al mercado un nuevo modelo de rótula para vídeo. Se trata de la rótula fluida Manfrotto XPRO 2 way que pone el énfasis en la portabilidad con un peso de 700 gramos pero capaz de soportar 4 kilos. Otra característica interesante de este modelo es que su zapata, en lugar de ser la típica zapata alargada de rótulas de vídeo, es la zapata que tradicionalmente llevan los cabezales Manfrotto para fotografía, concretamente el modelo 200PL, lo que hace innecesario cambiar la rótula para pasar de la fotografía al vídeo ya que ésta, al ser pequeña, se puede llevar permanentemente montada en el cuerpo de la cámara.