Pretender contar una historia en una sola imagen es un poco pretencioso, como lo sería el dejarla resumida a una sola frase. Sin embargo, hay ocasiones en las que una fotografía de detalle puede contar muchísimas cosas por sí misma. Es el caso de esta imagen.
Los pies descalzos, las piernas con magulladuras, la arena llena de desperdicios y una mísera pelota fabricada de plásticos unidos con una cuerda desgastada son elementos suficientes para contarnos con vigor parte de una historia. Habla de la pobreza extrema de Madagascar y del universal deseo de los niños por jugar y divertirse completamente ajenos o a pesar de las circunstancias adversas que les rodean.
Si el fotógrafo se encuentra atento a este tipo de detalles puede llegar a captar imágenes elocuentes que, si bien no relatan una historia completa por sí mismas, sí le aportan valor a un reportaje. Es necesario hacer un ejercicio de síntesis para prescindir de todos los elementos superfluos y concentrarse únicamente en aquellos esenciales para contar una parte de la historia.
Técnicamente, la fotografía no tiene peculiaridad ni dificultad alguna. En el procesado en camera raw se ha modificado el equilibrio de color para compensar el exceso de frialdad debido a las sombras y se le ha dado a la imagen un nivel alto de enfoque para resaltar las texturas presentes en todos los elementos: la arena del fondo, la estructura de la piel y las cuerdas de la pelota.
La imagen no está reencuadrada ni recortada. Fue tomada con una cámara Canon 5D MarkII con objetivo Canon EF 24-70mm f/2.8L USM a una distancia efectiva de 70 mm. La velocidad de obturación fue de 1/60s a f/4,5 con una sensibilidad de 400 ISO.