Gilbert & George no son fotógrafos, son simplemente artistas y en la base de sus composiciones la fotografía, con todo su potencial de transformación y montaje, juega un papel fundamental a la hora de dar rienda suelta a su creatividad en composiciones donde habitualmente aparecen ellos, convertidos en sujetos del arte y pulcramente ataviados con trajes a medida entallados, al más puro estilo Savile Row.
Hace diez años que Gilbert & George, que se conocieron de estudiantes de escultura hace más de cuarenta años, no exponían en España y ahora lo hacen en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga con Jack Freak Pictures, su serie más extensa y ambiciosa realizada hasta el momento, que inicia una itinerancia internacional desde la capital de la Costa del Sol.
La religión, la raza, la sexualidad o las críticas al sistema son los temas de una exposición en la que los colores de la bandera británica (la Union Jack), rojo, blanco y azul, marcan la clave cromática de gran parte de las imágenes.
El británico George Passmore y el italiano Gilbert Proesch, considerados unos los padres del arte británico contemporáneo, lograron romper tabúes en un país conservador al empezar a torcer los tópicos de la idiosincrasia británica, algo que ahora plasman en esta selección de trabajos.
Gilbert & George podrían definirse como una pareja de artistas con apariencia de hombres serios y conservadores que utilizan sus propios cuerpos como tema central de una obra que, además, se nutre de su entorno más próximo, por lo que en sus creaciones hay mucho de los paseos por la calle que dan antes de ir a cenar o incluso de los insectos con los que conviven.
Ambos aseguran tener dos privilegios: el de entrar a su estudio y pensar lo que les dé la gana y el de enseñarlo luego al resto del mundo, algo por lo que «encima le pagan», afirmó Proesch durante la presentación ayer en Málaga de la muestra.
Para la pareja, lo esencial es que los artistas pueden pensar libremente, algo que «no hace la iglesia, los abogados y los gobiernos», a pesar de vivir en una sociedad libre.
La elección para su última producción de la bandera del Reino Unido, la Union Jack, símbolo de la nación y del imperio británico, les permite a través de estas 62 obras poner en entredicho los valores sociales a través de «una provocación irónica, un escándalo de tinte cómico y los sentimientos patrióticos representados como símbolos de fanatismo y opresión», según el director del CAC, Fernando Francés. Completan este proyecto expositivo, de gran violencia visual, la proyección en el Espacio 5 de una película, The World of Gibert & George, en la que los propios artistas son guionistas, directores y protagonistas, así como un documental titulado Tim Marlow with Gilbert & George.
Me gustaría verlo en vivo antes de pronunciarme. Este tipo de arte no se luce demasiado en Internet.