El Centro Andaluz de la Fotografía de Almería (CAF) ofrece hasta el 16 de julio una exposición basada en los fondos de la Colección Telefónica que refleja los nuevos usos que los artistas han hecho del medio fotográfico en las últimas décadas.
La muestra Fotografía Contemporánea en la Colección Telefónica reúne 44 obras cuyo espectro temporal abarca desde los años 70 hasta principios del siglo XXI. Han sido seleccionadas con el objetivo de mostrar los nuevos enfoques de la disciplina, desde las interpretaciones más estéticas de lo documental, como las fotografías de Andreas Gursky, Thomas Struth o Candida Höffer hasta planteamientos más creativos o experimentales como los de Vik Muniz, Marina Abramovic o Cindy Sherman.
El margen temporal abarca precisamente los años de profundo cambio en la forma de concebir el uso de la fotografía en el ámbito artístico y que determinó su incorporación definitiva a los circuitos del arte.
Las fotografías que aquí se exhiben abordan la construcción formal de la imagen contemporánea desde distintas temáticas: la arquitectura y el paisaje, con el legado fundamental de los Becher y la Escuela de Düsseldorf, la ausencia de presencia humana, los escenarios asépticos o la estética más conceptual del espacio; los simulacros, es decir, la manipulación de las imágenes, la simulación ficticia que cuestiona la percepción de lo que se ve; y el cuerpo y la identidad, conceptos en revisión para los creadores visuales contemporáneos que se cuestionan los arquetipos, analizan subjetivamente el género del retrato y cuestionan los cánones como la feminidad o ponen acento en la autorrepresentación.
En definitiva, la muestra es una panorámica de cómo la fotografía ha alcanzado el estatus que le corresponde como medio de expresión artística y, por tanto, ocupa un lugar preferente en las colecciones, museos y centros de arte de nuestros días.
La fotografía contemporánea en la Colección Telefónica
Salvo algunos museos estadounidenses que comenzaron a coleccionar fotografía a comienzos de los años treinta del siglo XX y algunos críticos e historiadores del arte antes de los setenta, la práctica de la fotografía artística y su difusión eran limitadas. Con el uso del soporte fotográfico por parte de algunos artistas pop, como el propio Andy Warhol, o los conceptuales, como Ed Ruscha, y la aparición de una nueva generación de artistas que se servían de ampliaciones enmarcadas de fotografías, se reclamó para la imagen la misma forma de contemplación que un cuadro. La muestra se centra en ese momento de la historia del arte y analiza sus consecuencias.