Este año es el año de Alberto Schommer, uno que va a quedar grabado en su catálogo de mejores recuerdos porque en 2014, el fotógrafo de Vitoria, ya conseguido el Premio Nacional de Fotografía 2013, ha puesto una pica en Flandes al colgar una exposición de retratos en el mismísimo Museo del Prado, uno de los altares mundiales del arte clásico.
La exposición se llama Máscaras, estará abierta hasta el 14 de septiembre, se encuadra en PhotoEspaña 2014, y aúna 18 retratos del fotógrafo confrontados con 13 retratos pictóricos de la colección del museo, algunos tan icónicos como el autorretrato de Francisco de Goya. El diálogo entre pintura y fotografía, retratos y retratos, pone de manifiesto el parentesco y la continuidad de los dos géneros en la función de representación del individuo y su entronque incluso con el busto escultórico clásico.
La trayectoria retratista de Schommer ha sido muy amplia a lo largo de su carrera tanto por la cantidad de personas fotografiadas como por la variedad de estilos con los que decidió plasmar a sus personajes. Los nombres de la política, la iglesia, la literatura, el espectáculo, el mundo del arte, la escena… todos pasaron ante su objetivo y el enfoque de éste fue unas veces clásico pero surrealista o pop otras.
Para la exposición en El Prado el artista ha dejado fuera sus series más coloridas y se ha centrado en una colección de retratos monocromáticos en los que el primer plano del sujeto se recorta dramáticamente contra un fondo negro. La iluminación cenital empleada en las tomas hace que, en la mayoría de las ocasiones, los ojos del personaje queden oscurecidos, invisibles, y de ahí el título de la serie: Máscaras porque las máscaras representan los rasgos faciales pero omiten los ojos. Desde esa oscuridad nos miran a los espectadores nombres que fueron inevitables en la actualidad y los círculos intelectuales y artísticos del país y que hoy, en su inmensa mayoría, ya no están entre nosotros: José Luis L. Aranguren, Vicente Aleixandre, Francisco Ayala, Rafael Alberti, Juan Benet, Juana Mordó, Cela, Caro Baroja…
Alberto Schommer vive, cada vez más, un retiro forzado por sus muchos años pero siempre he creído y siempre he dicho que una de las virtudes dignas de admirar en su trayectoria ha sido su buen hacer para poner en valor su obra y con ella la fotografía en general. Este año, acercándose ya los 90, Schommer sigue haciendo buena esa virtud habiendo sabido escalar las altas murallas del Museo del Prado. Enhorabuena maestro.
En el siguiente vídeo se puede ver un reportaje de RTVE sobre la exposición
