La visión de Asturias de García-Alix recorre el mundo

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Gracias a su fuerza para documentar y mover conciencias, los fotógrafos reciben de vez en cuando por parte de las instituciones el encargo de reflejar realidades sociales concretas. Fue en el pasado el celebrado caso de Dorothea Lange y demás compañeros de la Farm Secutity Administration, durante la Gran Depresión, y lo es ahora con el proyecto que la Fundación María Cristina Masaveu Peterson ha encomendado a Alberto García-Alix. El trabajo del premio Nacional de Fotografía se llama Patria querida y se encuadra en otro mayor, Miradas de Asturias, con el que aquella institución quiere crear un fondo de imágenes inéditas sobre la región de Asturias.

Patria querida se ha podido ver en Gijón y Madrid, va a ir a Berlín y Budapest y hasta el 18 de agosto se encuentra en Lisboa, en el Museo de la Electricidad. Es la primera vez que la fotografía de García-Alix llega al país vecino aunque ya le precedió, en el Festival de Estoril, su documental De donde no se vuelve, la primera gran apuesta del fotógrafo leonés por la imagen en movimiento que se presentó en el Reina Sofía junto con su antológica en 2009.

Patria Querida revela, en cerca de medio centenar de imágenes, a veces duras, a veces vagas, a veces líricas, la pasión de García-Alix por el viaje y por el desplazamiento de los seres en el espacio y por lo efímero, en la arquitectura y en el paisaje. Esta experiencia del artista en Asturias destaca por el desconocimiento previo de la región, que le permite obtener una mirada desprejuiciada y muy personal de la misma.

Con esta exposición, la Fundación María Cristiana Masaveu Peterson ha puesto en marcha su ciclo “Miradas de Asturias”, que va a reunir a algunos de los más reconocidos fotógrafos españoles, para ofrecer una visión original y amplia del Principado de Asturias y de sus gentes.

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