Con la presentación del objetivo EF 35 mm f/1,4L II USM, Canon acaba de renovar una de sus ópticas fijas clásicas. Se trata de un objetivo de altas prestaciones y sólida construcción, fundamentalmente orientado al profesional o al aficionado avanzado. Montado sobre una cámara de formato completo, este objetivo es un gran angular moderado, de muy alta calidad y muy luminoso lo que va a permitir no sólo realizar fotografías con bajos niveles de iluminación, sino también conseguir interesantes y atractivos desenfoques.
La renovación del objetivo ha servido para dotarle de elementos ópticos de nueva generación que Canon ha dado en llamar Blue Spectrum Refractive (BR). Se trata de materiales ópticos orgánicos, desarrollados a escala molecular, para ayudar a reducir de forma significativa la aberración cromática y captar así imágenes más nítidas, gracias a su capacidad para refractar la luz azul. La óptica BR está integrada dentro de los 14 elementos del objetivo distribuidos en 11 grupos. Esta característica junto a al Revestimiento de Estructura de Sublongitud de Onda (Subwavelength Structure Coating o SWC) hacen que el EF 35 mm f/1,4L II USM consiga imágenes con un gran contraste y un nivel mínimo de deslumbramiento óptico y luces parásitas.
El objetivo tiene una distancia mínima de enfoque de tan sólo 28 centímetros, pesa 760 gramos y, como es de esperar en una lente de esta categoría, está construida con protección frente a los elementos externos como polvo y humedad.
Aquellos que se dedican seriamente al reportaje social o informativo y que gustan de las ópticas fijas encontrará muy posiblemente que este objetivo es un claro objeto del deseo. De momento Canon no ha anunciado la fecha a partir de la que estará disponible en Europa, ni tampoco el precio pero probablemente éste se encuentre por encima de los 1.600 euros.
