Galería: Agustí Centelles, el ojo del testigo

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Agustí Centelles i Ossó nació en el Grau (Valencia) en 1909 y vivió desde niño en Barcelona. Hace mucho que su nombre se incluyo por derecho  en la corta lista de los padres del fotoperiodismo español, un honor que tardaría en ser reconocido muchos años después cuando se le concedió el Premio Nacional de Artes Plásticas otorgado por el Ministerio de Cultura de España en 1984. Un año después, el uno de diciembre de 1985 moría en Barcelona.

Centelles comenzó en 1932 a publicar reportajes en los principales diarios de Barcelona. En 1936 retrató el frustrado levantamiento militar de la capital catalana y la salida de las columnas hacia Aragón. En 1937 fue responsable de los Servicios Fotográficos del Comisionado de Propaganda. La derrota de la República le llevó al exilió en Francia, periplo en el que consiguió salvar unos 4.000 negativos que mantuvo ocultos para evitar que las personas que aparecían en sus instantáneas pudieran ser represaliadas. Trabajó en un laboratorio de Carcasona hasta ser descubierto por la Gestapo. En 1944 volvió, clandestinamente, a Barcelona. A los dos años se presentó ante las autoridades franquistas, que le prohibieron ejercer de fotoperiodista.  En noviembre de 2009, 24 años después de su muerte, el Ministerio de Cultura llegó a un acuerdo con sus herederos, sus dos hijos, para adquirir el archivo de su padre que pasará a formar parte de los fondos del Archivo de Salamanca (colección de la Memoria Histórica)

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3 COMENTARIOS

  1. Merecido homenaje, sin duda. Otro que lo merece es Eugeni Forcano, no es conocido por el gran público y significó mucho para el fotoperidismo de los 60 y 70.

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